Cada uno siente a su manera, por eso muchas veces no entendemos las reacciones de la gente frente a diferentes situaciones.
Cada uno busca las cositas que le pueden ayudar a ser mas feliz o menos infeliz, extraños para unos, conocidos para otros.
Lo bonito es tener algo que sabes que estés como estés y estés donde estés te va a sacar una sonrisa y si te descuidas una lagrimita.
Yo, y mi manera de sentir, tenemos muy claro qué es esa cosita. Una cosita pequeña pero a la vez grande y sobretodo, especial.
Ésta es sin duda, mi manera se sentir.
Cuando el desgaste emocional se une al desgaste físico crees que el final del gran tunel está tapado con una enorme roca que no deja que ni un rayo de luz te diga por donde vas.
Cuando no sabes por donde vas es cuando te encuentras perdida, los días se hacen eternos y las piernas no te ayudan a encontrar la salida.
Cuando lo tuyo te afecta y lo suyo se suma, el negro se vuelve intenso, de un color inexpicable, un color, incluso mas oscuro que el negro, que aunque parezca inposible sabes que existe.
Cuando las fuerzas que necesitas para levantarte son mínimas, cuando ya empiezas a pensar en tirar la toalla es cuando te tienes que agarrar a esa cuerda o esa mano invisible que va a ser tu único acompañante en el camino.
Estos días en los que todo es mas oscuro que el negro y las piernas flaquean debes elegir entre utilizar el poco tiempo que tienes para buscar ese hilo invisible o tumbarte en el suelo y esperar a que morfeo haga su trabajo.
Porque lo recuerdo y se me siguen poniendo los pelos de punta....y porque si nos hubieran dejado hubieramos triunfado,e!
Dos colores, un corazón, y quedó mas que demostrado.
