En el momento en que me pongo a escribir estas letras no se me ocurre ningún título, en realidad no sé ni por dónde empezar, en realidad no sé nada...
Hay situaciones que siempre has pensado que llegarían con una sonrisa, con mariposillas en el estómago, que todo se volvería de color de rosa...
Pero que rosa ni roso, cómo va a ser una cosa de color de rosa cuando a una lo que siempre le ha gustado es el color negro, o negro con rojo.
Y así estamos, rojo por aquí y negro por allá, con la cabeza loca y el corazón preguntando.
Lo que se supone que va rojo, por detrás va negro, lo que se supone que va para adelante, va a tropezones. Y el corazón preguntando.
Es triste no saber cómo hacer un puzle, tal vez porque una siempre fue pieza y fue colocada, y ahora que toca montar el puzle, no sabe cómo hacer para que nada sobre...
Tal vez hayan sido demasiados años de pieza y una sabe lo que pasa en esa caja, los nervios de si te elegirán para colocarte o si te quedarás en la caja...la decepción, el dolor, las lágrimas...
Y mientras, una no sabe qué hacer para que el rojo propio no se convierta en negro ajeno, no se atreve a abrir la caja por no hacer daño a ninguna pieza,el corazón sigue preguntando, y la cabeza va mandando señales que aún no se pueden identificar.
Si mi rojo es tu negro, y yo no quiero que tú seas negro? Tengo que dejar de ser rojo?
Y el corazón preguntando....
TIRO UNA PIEDRA AL AIRE...
Hace 4 años
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