Los domingos siempre han sido muy tristes para mi, son días de resaca, vísperas de horrorosos lunes o días de despedidas.
Son días perfectos para comerse el tarro por una cosa o por la otra, de alegrarse de unas cosas y entristecerse por otras.
A mi la alegría me viene recordando que hay personas que por mucho que la vida vaya pasando sé que están ahí dispuestas a compartir una pizza cuatroquesos por mucho que lleve roquefort.
La siguiente será carbonara y si hace falta este martes.
TIRO UNA PIEDRA AL AIRE...
Hace 4 años
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